Princesas

Princesas (2005)
Director: Fernando León de Aranoa
Reparto: Candela Peña, Micaela Nevárez, Llum Barrera, Mariana Cordero, Violeta Pérez, Flora Álvarez, Alejandra Llorente, Mónica Van Campen, Alberto Ferreiro, Luis Callejo, María Ballesteros, Antonio Durán Morris, Pere Arquillué, Pepa Aniorte, Enrique Villén, Alberto Amarilla, Marta Aledo

Una historia sobre la prostitución pero contada desde la amistad. También aparece el racismo cuando las chicas de otros países les quitan los clientes a las de aquí. Son muy curiosas las escenas en la peluquería, cuando la rivalidad y el racismo dan paso a la curiosidad que suscitan las "leyendas" que circulan sobre las prostitutas extranjeras. Es bonito ver cómo entre las dos protagonistas, que al principio son rivales, va surgiendo una historia de amistad, en la que se confían sus sueños y sus secretos. Obligadas a llevar una vida que no les gusta sueñan con dejarlo. Caye le confiesa a Zulema que a ella nunca le ha pasado nada bueno, así que se imagina lo que le gustaría que le pasara, y se pregunta: "¿Se podrá tener nostalgia de algo que aún no te ha pasado?". Yo creo que sí, que a veces se tiene nostalgia de las cosas que hemos soñado, aunque sólo hayan sido imaginaciones para evadirnos de momentos o historias que no nos gustaban. Otra frase que dice Caye y que me gusta es: "Las cosas no son importantes porque existen, son importantes si se piensa en ellas".

Trailer:


Sobre la película: (Fuente: Canal de cine LaHiguera.net)

Esta es la historia de dos mujeres, de dos putas, de dos princesas. Una de ellas se llama Caye, tiene casi treinta años, el flequillo de peluquería y un atractivo discutible, de barrio. Zulema es una princesa desterrada, dulce y oscura, que vive a diario el exilio forzoso de la desesperación.

Cuando se conocen están en lugares diferentes, casi enfrentados: son muchas las chicas aquí que ven con recelo la llegada de inmigrantes a la prostitución. Caye y Zulema no tardan en comprender que, aunque a cierta distancia, las dos caminan por la misma cuerda floja.
De su complicidad nace esta historia.

Dice Caye que las princesas son tan sensibles que no pueden vivir alejadas de sus reinos, porque se morirían de pena. Algo de razón debe tener, porque a Zulema los días cada vez se le hacen más difíciles, los silencios más largos, los alambres más estrechos.