La elegancia del erizo

Muchas veces, al elegir los libros me dejo llevar por lo sugerente que me resulte el título. Y fue precisamente el título, el que me llevó a la lectura de la novela "La elegancia del erizo" de Muriel Barbery.

Se trata de dos seres solitarios, la señora Michel, la portera, y Paloma, la niña, vecina del bloque que cuida Michel, que de una forma inesperada se acaban convirtiendo en amigas y conociendo a un tercer personaje, Kokuro, un señor japonés que compra una casa en ese mismo edificio y, que desde su llegada su presencia tendrá gran repercusión en la vida de ambas. Es muy llamativo que justo la portera y la niña estén entusiasmadas con la cultura y el arte japonés, con la llegada de Kokuro es como si a ese portal hubiera llegado la ilusión, y ambas tendrán oportunidad de poner en práctica sus conocimientos sobre la cultura japonesa.

En cuanto al estilo hay dos narradores, la portera y la niña, Paloma. Dos historias paralelas en las que confluyen las situaciones y los personajes pero comentados desde una óptica diferente. A mí personalmente, la parte de la niña me cansaba bastante, y al final se me hacía hasta pesado. Demasiada intelectualidad para mi gusto. La narración de la señora Michel es más ágil y entretenida. Pero la historia en sí me gusta, seres solitarios que al final se juntan, encontrando la amistad, el amor, y la muerte.

Me gusta la descripción de la elegancia del erizo: "La señora Michel tiene la elegancia del erizo: por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaliza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes" (pág. 157)

El final del libro, quizá resulte un poco duro, pero de alguna forma tenía que resolver la escritora esa historia. Aún así, Michel, antes de morir ya rozaba la felicidad, y Paloma ya no se suicidará. En definitiva, la autora da una vuelta al destino de sus personajes, y la niña que en un principio se iba a suicidar es la que sigue viva, y Michel es la que muere.